viernes, 14 de febrero de 2014

Madrid.


                                        



Tus luces se dibujan sobre mi cara, mis ojos se iluminan al verte, que preciosa eres.
Madrid, llena de calles, de gente, de edificios que hablan sobre tu historia.
Me dejas sin palabras cuando paseo maravillado por tus calles, tus parques, cuando veo la gran diversidad de gente que tienes, cuando por tus calles se respira el olor a vida.

Callao, Sol, chamberí, la plaza Santa Ana, el barrio de Salamanca... Tu me invades, me llenas el corazón de alegría cuando te veo, haces que mis días sean distintos, creas en mi momentos que merecen la pena recordar.
Sonrío cada vez que recorro los rincones más ocultos de ti, intento quedarme con cada color, cada figura, cada parte de ti.

 Madrid, por ti vivo, por ti soy. Siempre quiero más de ti.

Me encanta sentarme en un banco y ver pasar a la gente o tumbarme en el césped del Retiro y ver pasar el tiempo. Me encanta andar, andar y andar hasta cansarme. Pasar los sábados enteros recorriendote. Me encanta mirar hacia arriba y ver preciosos edificios y soñar que algún día podré vivir en una casita en el Barrio de las Letras o en Huertas. 

Mucha gente dice que no eres tan bonita como París o Londres, pero ¿sabes qué? Para mi eres mi favorita y siempre estaré encantado de vivir donde vivo porque tu tienes una magia, una historia, un sentimiento que engancha y hace amar, soñar y vivir. Por eso te quiero, Madrid.

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