sábado, 19 de diciembre de 2015

Días nublados.



Mientras el silencio nubla esa sensación de tristeza irremediable que te invade,
tu mirada se pierde en la lejanía de las luces de la ciudad,
y el corazón se estremece mientras piensas en lo que fue y en lo que pudo ser.

Hoy, las palabras no surgen, simplemente se ocultan para no mostrar la verdad,
esa verdad que envuelve tus pupilas y se convierten en lágrimas con nombre propio.

Soy preso de los recuerdos que me distes,
de las sonrisas guardadas en mis retinas
y de los abrazos que un día soñé.
Porque no hay verdad más sincera
que la mirada que habla con el corazón
sin soltar ni una sola palabra,
acompañada de esa energía que nos envuelve como si de un todo se tratase.
Un cúmulo de circunstancias posibles pero reales
que bajo la misma razón
giran en torno a lo cotidiano y a lo monótono.

Tal vez, sea un suspiro de locura
o un suspiro de felicidad incontrolable,
que separa, lo imposible de lo posible.

Tempestad de versos escritos
bajo pensamientos llenos de razones.

                                                                                                                                       V.M

lunes, 20 de julio de 2015

Echo de menos.



 Echo de menos

Echo de menos las tardes enteras hablando de cualquier cosa, dibujando esa sonrisa tonta cuando me decías te quiero.
Echo de menos esa mirada, esa mirada que aún guardo en mis recuerdos.
Echo de menos las noches en vela, los enfados y las peleas.
Y como no echar de menos esa sonrisa que enamora y que es capaz de centrar hasta el más sutil de los detalles.
Te echo de menos, joder ya ves si te echo de menos.

Esos momentos en los que nos queríamos,
Cuando no existían ni límites ni distancias posibles,
En los que nos amábamos pero jamás lo decíamos.

Te empeñas en desaparecer y no te das cuenta que ya eres una parte de mi.

Cada puto día, cada momento que hablaba contigo me imaginaba un futuro en el que tu estuvieses ahí, y hoy, eso ya no es posible. Cada sonrisa que me sacabas. Segundos, horas, días enteros hablando contigo, teniendo la esperanza de que quizás podría algún día llegar a suceder. Te he visto reír, te he visto mirarme, te he peleado y te he retado, te he querido y te seguiré queriendo.
Ya no sé, si fue un sueño o si simplemente fue una realidad teñida de miedo y de dolor, porque la esperanza de este amor se apagó cuando me dijiste adiós y te alejaste más de lo que ya estabas, ese puto instante en el que todo se paró, en el que todos los recuerdos se escaparon de esta historia que un día comenzó.

Te echo de menos y aunque te empeñes en alejarte yo siempre voy a quererte, eres la persona más especial y única que jamás he conocido. No pretendo con esto que vuelvas ni tampoco intentar demostrarle algo al mundo, solo quería escribir lo que sentía porque me encontraba con la necesidad de soltar todo lo que llevo guardado.

Ah! y por último decirte por si no te habías dado cuenta, que no eres una más, que te echo de menos y que te quiero, te quiero mucho.


martes, 14 de julio de 2015

Te quise y te sigo queriendo.

   

         Te quise.

Te quise por encima de todas las cosas.
Cuando te miraba, una enorme sonrisa se dibujaba en mi cara
acompañada de un sentimiento de felicidad inmenso.

Te quise, de verdad que te quise.
Me hacías sentir como nunca me había sentido,
no sabes lo que daría por guardar y repetir tan solo un segundo de lo vivido contigo.

Busco el cómo y sigo sin entender el por qué. Pensaba que tendría un final feliz como esos de los que aparecen en las películas, pero me equivoqué, y aquí estoy escribiendo entre lágrimas teñidas de dolor y vacío.

Desde el momento que nos conocimos supe que esto sería imposible pero día a día, palabra tras palabra, fuiste conquistando poco a poco parte de mi corazón.

Por un instante, por ese adiós que rompió todo, jodiéndonos, castigándonos, apagando esa llama que un día el destino encendió. 

Porque el amor no se puede explicar, es algo intangible, es infinito e inigualable.

                     Por eso te quise, perdón, quiero decir... te sigo queriendo.

martes, 30 de junio de 2015

El Ahora.


He navegado entre sombras vacías de tristezas escondidas, donde los sentimientos conducen hacia ese Yo interior que quiere salir pero todo el mundo se empeña por tapar.

Vivo preso de lo que soy y de lo que quisiera ser, 
no encuentro una solución a esta realidad que se hace dueña de mí.
Paso los días pensando, pensando en la solución, 
pensando en cual puede ser la salida.

Y es que llega ese momento en el que no sabes hacia donde ir,
ese momento en el que solo existen grietas por todo tu cuerpo,
grietas que por más que te empeñas en arreglar, vuelven a salir.
Son grietas que duelen, son grietas que reaparecen. 

Es el dolor convertido en lágrimas,
Es la tristeza que agoniza,
Es, un amor que no se olvida.
Es el vacío, y es el desorden.
Es esa llamada perdida, 
Y es, el beso de una despedida.

He aprendido que hay muchas estaciones y que los trenes siempre pasan,
que no os engañen.
Que por mucho que madrugues, nadie te ayuda.
Y que después de la tormenta, irremediablemente, siempre sale el Sol.

Ahora solo quiero vivir, caminar sobre mis propias huellas,
sentir y amar,
reir y llorar,
Quiero que la oscuridad de la ciudad se vuelva luz,
que cada acción se convierta en un motivo para seguir,
Es hora de mirar hacia adelante y sobre todo es hora, de sonreír.