domingo, 16 de marzo de 2014

Una mañana de Marzo.




Y es en ese instante en el que sabes que todo ha acabado, que nada volverá a ser como antes, solo quedan los bonitos recuerdos de lo que un día fue y los cuales te empeñas porque no se vayan nunca, que siempre permanezcan en un espacio de tu mente para así recordarlos siempre.

Es como en esos sueños que todos hemos tenido alguna vez en los cuales te sientes realmente feliz y no quieres que esa sensación desaparezca nunca, pero de repente suena el despertador y te das cuenta de que eso tan bonito tan solo fue un sueño, solo fue una nube de felicidad que en menos de un segundo te da un golpe y te devuelve a la realidad, a esta realidad sombría carente de sentimientos y de dolor, vacío, hueco.

¿Y si en realidad nada de esos momentos ocurrieron? ¿Y si tan solo fue un sueño de una noche?
Qué fácil se destruyen las cosas y que difíciles son construirlas.
Ya no sé qué sentir, qué pensar, tan solo me muevo como un papel impulsado por el viento que se dirige a todas direcciones sin saber realmente hacia donde ir, impasible y aturdido.

Me escondo en la oscuridad,
donde me encuentro con mis suspiros
y mis latidos se ralentizan.

Me encuentro, en una duermevela
con mis manos cerradas
y mi piel apagada.

Me apago, mis ojos se cierran
Esperando un sueño
del cual no quiero salir.

3 comentarios:

  1. No importa si fue un sueño.Todo lo bonito que sea bienvenido.Nada de angustiarse.A vivir de nuevo,todo lo maravilloso que la natura nos brinda!
    Un abrazo

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  2. Estoy de acuerdo con Paula, deja que el sueño huya a su refugio: esas sombras y penumbras, pero tú atrapa la belleza, salta sobre un blanco Pegaso y despierta, la realidad es dura, la vida es dura, pero merece la pena vivir. Hace unos años escribí un relato que habla de esto, tiene algún que otro aderezo autobiográfico y recién lo volví a publicar en mi blog, se llama La Nube, el relato, el blog es www.piramideacostada.blogspot.com. Tienes mucho talento para la narrativa y la poesía. Con poco y con extrema sensibilidad, has mostrado ese estado de ánimo que te viste con la piel del ese sueño del que no quieres salir, pero sal, y construye, y si se desmorona, se vuelve a construir. Un abrazo, poeta.

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