A veces me transporto en el tiempo, ya sea con canciones, cartas, imágenes, olores, sensaciones...
Provocan en mí, un sentimiento de volver a aquel momento fugaz, intenso, mágico que un día viví.
El tiempo pasa sin mas, como si del viento cuando limpia el trigo se tratase, como el resplandor de un rayo en plena oscuridad, como del aleteo de las alas de una mosca, el tiempo es algo intangible, ligero y que si no lo aprovechas, en un abrir y cerrar de ojos, desaparece.
Constantemente pensamos en el ayer o en el mañana pero no nos detenemos a pensar en el hoy. Siempre nos preocupamos por lo que pasó o deseamos lo que vendrá pero no valoramos el ahora. El rayo de sol que entra por tu ventana en pleno invierno, el dibujo que esboza una sonrisa, el caer de la lluvia, el sonido de los pájaros o el simple hecho de estar aquí, viviendo en esta Tierra que nos brinda día a día una vida maravillosa y llena de detalles que no percibimos o simplemente dejamos pasar.
Por eso cada momento, cada instante de mi vida lo intento guardar en una canción, un olor o una imagen, para poder detener el tiempo y simplemente volver a vivirlo.
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